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AGRADECIMIENTOS


No es común para un historiador apreciar más allá de su belleza los contenidos e información que los códices pueden proporcionar. En mi caso el camino no ha sido sencillo, a primera vista los códices pertenecen a un mundo desaparecido al que sólo podemos acceder mediante fuentes alfabéticas, las imágenes permanecen mudas y la llave no es sencilla de encontrar. Hoy quiero pensar que mi tarea como especialista en siglo XVI ha cobrado una dimensión más profunda, gracias sin duda a la posibilidad de aprender a "mirar" y "reconocer" los elementos que conforman las imágenes de los documentos pictográficos. El inicio, pues sólo se trata de eso, se lo debo especialmente al Dr. Marc Thouvenot, su erudición, paciencia y amistad han sido ilimitadas y me han permitido entender algunos silencios e incógnitas que guardan las pictografías. Quiero agradecer también a mis compañeras y compañeros de equipo, especialmente a la Maestra Perla Valle, Carmen Herrera, Luz María Mohar, Rossana Cervantes, Hilda Aguírre Beltrán y Alfredo Ramírez. Gracias a su experiencia y conocimientos he podido emprender la búsqueda de la llave a las imágenes, entre largas discusiones, risas y complicidades.
Especialmente en este último sentido quiero agradecer al Dr. Guilhem Olivier sus desvelos por proporcionarme una ventana al mundo indígena prehispánico, sin duda su erudición y sensibilidad me han acercado cada día más al mundo indígena.
Gracias a todos ellos, especialistas en códices y mundo indígena prehispánico y colonial, mi mirada sobre la sociedad indígena nunca volverá a ser la misma que solía tener antes de iniciar este camino de observación y admiración en el detalle, la llave no la tengo, pero creo que la busco en el lugar correcto.