IXTACMAXTITLAN

IXTACMAXTITLAN

Diccionario de los elementos constitutivos de los glifos

Investigación: Ethetila RUIZ MEDRANO (DEH-INAH)

Tratamiento de imágenes y registro de datos: Rossana CERVANTES (INAH)
Voz: Alfredo RAMIREZ CELESTINO (DL-INAH)
Análisis lingüístico del vocabulario náhuatl: Carmen HERRERA (DL-INAH)




Descripción formal del códice

Papel Europeo de 31x 22 centimetros, acompañado de un expediente encuadernado en folio de 106 páginas Parcialmente publicado, registrado en el censo de Glass; reproducido en blanco y negro en el catálogo de Boban (1891); Una fotografía pequeña del mansucrito en la edición de la obra de Kubler de 1948; Glass considera que la escena ocurre en el interior y exterior del convento franciscano. Tan sólo aparecen dos glifos, un topónimo y un antropónimo.
El toponímo localizado en la parte inferior derecha, acompañando la escena de colgamiento de dos indios, parece ser una piedra rayada (tepetatl-arcilla) de un intrigante color azul, y en su parte superior parecen estar representadas unas cañas (tollin) en su parte inferior, y recuerda un poco el indescifrable glifo de Texcoco, que quiza viene de tetzcotl (vara de madera dura, habiendo muchas dudas al respecto) (códice de Xicotepec, Lámina 3; comentario del Stresser Pean, p.68). Sin embargo podría tratarse también de plumas de quetzal (Barlow, Obras, vol.5, 1994 p.246) El antropónimo parece representar un Tzaqualli o tetelli, pequeño montículo de piedra o piramide, sin embargo en su parte inferior hay un diminuto recuadro que nos intriga.
El elemento superior podría ser algún tipo de planta, pero no es algo que podamos proponer.
Por otra parte, todos los personajes visten con una especie de túnica de mangas largas, vestimenta colonial. Llama la atención que cuatro personajes que se observa están siendo severamente golpedos portan una xihuitzolli (diadema de turquesa con el nudo rojo atrás) (parte superior derecha y parte inferior izquierda) Que es la conocida manera tradicional de representar a los tlatoque.
Expediente, información
El 8 de septiembre de 1564, acudió el corregidor de Tlatlauquitepec, San Joan de Zúñiga, a la cabecera de San Juan Ixtacmaxtitlán (el lugar estaba bajo la jurisdicción administrativa del corregidor de Tlatlauquitepec desde el año de 1553 (Peter Gerhard, p.230), a entrevistarse y recibir una queja formulada por parte de 15 indios principales de San Juan, el escribano Diego de Baeza y el interprete de lengua "mexicana" Juan de Orduña tomaron nota y tradujeron las quejas de esta pequeña comitiva. Los principales manifestaron que venían representando no sólo a ellos mismos, sino también a todos los macehuales de San Juan.
Su demanda era en contra de los indios Alejandro Vázquez y Miguel Temilotl y seis macehuales más naturales de San Francisco Castilblanco, sujeto de Iztaquimastitlan.
Los principales explicaron que desde 1561 los demandados se habían "alzado" y "sustraido" no queriendo venir a los "llamamientos" ni obedecer a la cabecera y como rebeldes que eran con gran escándalo y alboroto prohibían los pasos y caminos a "nuestra tierra y labranzas, (a) nuestras heredades" Impidiéndo a los de la cabecera "labrar" sus sementeras, además de que les robaban el maíz de sus cosechas y también las semillas. Por otro lado, los indios de San Juan que eran hallados trabajando sus tierras, los arrestaban y llevan a San Francisco en donde eran azotados. Asimismo, las casas que tienen edificadas en sus sementeras eran derribadas, saqueadas y quemadas. Los indios de San Juan explicaron que por tratar de impedir a los indios de San Francisco, estos atropellos han sido descalabrados y "aperreados muy mal".
Con verdadera indignación, los indios principales expusieron al corregidor que los acusado afirmaban ser ellos nobles -"señores"- y que sus padres lo fueron, siendo ésto una falsedad, pues siempre habían estado sujetos a San Juan, y ahora fincaban su aspiración separatista argumentando que ellos eran los nobles, y por lo tanto la cabecera. Naturalemente, los indios de San Juan clamaban al corregidor que todos estos "graves" delitos recibíeran un castigo ejemplar. Y que el resto de los indios sujetos de San Francisco fueran obligados a acudir a los llamamientos como antes solían.
Este testimonio muestra claramente que nos encontramos frente al problema ya conocido de separación de sujetos de sus cabeceras tradcionales. Como se sabe, desde los inicios de la colonia. Las cabeceras fueron reconocidas como áquellas que estaban tradicionalmente gobernadas por nobles indígenas, tlatoque (singular, Tlatoani)(Gibson, p.37) Pero, desde mediados del siglo XVI los sujetos hicieron esfuerzos por evadir sus obligaciones y establecerse como cabeceras por derecho propio.

El sistema de cabecera era fundamental para la organización política y económica. Eran los centros de recaudación del tributo, poder político local, donde se asentaban los poderes regionales de la iglesia (conventos). Era naturales que con el desorden que introdujo e nuevo orden colonial, diversos pueblos sujetos aspiraran a ser la cabecera, en ocasiones estas aspiraciones fueron apoyadas por funcionarios reales, eclesiásticos u otros españoles con intereses particulares en la zona.
Expediente

Franciscanos. En 1548 los frailes franciscanos tenían un convento en el lugar (que Gerhard menciona como San Francisco Iztaquimaxtitlan) Este monasterio y parroquia fue entregado al clero secular hacia 1567. En opinón de Gerhard la congregación se efectuó en la zona en los años 60 y menciona que bajaron a los indios de la montaña, pese a su oposición, la fuente para esta aseveracón, sin embargo, es justamente el documento que aquí trabajamos. Existe sin duda una confusión pues menciona que registros tempranos le llaman Castilblanco


Convento: (Construcción del convento Franciscano: entre 1560-1570; Kubler, p.66)(Convento: Vera y Zuria sitúa la fundación del convento franciscano en 1544 y hace referencia al fino artesonado de la iglesia, a los restos del convento, a la torre y a las ruinas de cuatro mesones. En 1569 el establecimiento fue entregado al clero secular. El pueblo fue de hecho, abandonado por los franciscanos en noviembre de 1567-Cartas de religiosos en Nueva España, NCDHM, vol.I, p.65) pese a que en 1564 habían empezado la construcción de un convento en ese lugar. Un motín laboral se desencadenó y trajo como consecuencia la muerte de varios capataces y el que los frailes fueran apedreados)
Encomienda Este sitio fue dividido en dos partes desde muy temprano entre los conquistadores Francisco Montaño y Pedro de Vargas. Montaño vendió al poco tiempo su parte a Bartolomé Hernández de Nava (una fuente le llama Diego Muñoz) En 1540 le sucedió su hijo, Hernando de Nava, en su parte de encomienda. Al parecer, todavía aparecía como encomendero en 1570. Pedro de Vargas, por su parte, entregó su mitad como dote a su hija quien casó con Juan Ortíz de Arriaga. En 1560 sucedió en la encomienda su hijo, Diego de Arriaga(Peter Gerhard, p.228)

Congregación La política española de congregar o reducir las poblaciones indígenas en un compacto y permanentemente definido asentamiento tenía un antecedente desde la colonización de las Antillas, este mecanismo de control reaparecería -en palabras de Lockhart- de una u otra forma en todos los lugares que colonizaba España. Sin emabrgo, durante la etapa inicial colonial las autoridades españolas no pusieron un gran énfasis en la política de congregación de los pueblos de indios en Nueva España. Debido, principalmente, a que la sociedad indígena ya estaba organizada en unidades poblacionales perfectamente definidas y razonablemente compactdas desde antes de la conquista europea. Además de que en muchos casos mostraban un nivel urbano más sofisticado que el de los españoles. En realidad la política de congregar a los pueblos en Nueva España tuvo su inicio a partir de los años 50. Por lo menos esto se observa en papeles administrativos de diversa índoles, en opinión de Lockhart todavía en esta fase no hay cambios en la distribución esencial de Altepetl y Calpolli. Incluso podía sólo existir el interés de la cabecera de que los macehuales no fueran congregados, sino sólo se reubicara a los nobles alrededor de la iglesia (caso de Tlaxcala, comentado por Lockhart, p.45)
Esta situación es diferencia de la política de congregar que reinicia a principios del siglo XVII, en parte debida a la fuerte pérdida de población (p.45). Debemos considerar que el fenómeno de congrgación fue asociado por parte de la Corona a la posibilidad de reordenas la propiedad territorial indígena y que esta política iniciada con tibieza en los años 50 a 60 cobró fuerza posterior, a tal grado que varios miembros de las órdenes religiosas hacia los años 60, se opusieron a que se congregara a los indios, ya que esta política servía para dejarlos sin tierras, y todo se hacía con el pretexto de que ello ayudaría -como era la idea inicial que al parecer tenían- a doctrinarlos y convertirlos( Margarita Menegus, cap. de congregación).
Argumentios reales: Prehispánico Iztaquimaxtitlan fue, en opinión de Pedro Carrasco, un señorío con una importante fortaleza o guarnición mexica, pese a las escasez de datos opina que no es mencionado como conquista del Imperio ni como tributario (Carrasco, 1997, p.548) Aparentemente se ubicaba en lo alto de una montaña y contaba con unas 5000 familias. Cortés y sus hombres pasaron por el lugar hacia agosto de 1519 y se detuvieron durante una semana, el señor local-quizás un gobernador militar- les informó que era un aliado de Moctezuma. De hecho, poco después apoyaron militarmente a los mexicas en contra de los españoles (Peter Gerhard, p.228) Este apoyo costó al lugar el sufrir una violenta guerra de conquista en 1520 al mando de Gonzalo de Sandoval.




Conclusiones: Las disputas plantearon nuevos criterios para el status de cabecera -mercados, iglesias, situación geográfica, fecha de fundación, tamaño de la población y otros- hasta que finalmente el criterio tlatoani original se oscurecio o se perdió totalmente de vista. No todas las campañas (separatistas) tuvieron éxito, pero hubo una notable tendencia, a fines de los siglos XVI-XVII, hacia la transformación progresiva de sujetos en cabeceras(Gibson, p.58).
En el período colonial medio y tardio los tributos y servicios se pagaban en cantidades mucho mayores a la autoridad española que a la indígena, y los españoles organizaron su exacciones con atención cada vez menor a las estructuras de cabecera-sujeto. Los caciques perdieron su autoridad en todas partes, nuevos sistemas de gobierno indígena aparecieron, y un número creciente de antiguos sujetos se separaron como pueblos por sí, sin (principales) y en algunos casos sin sujetos (Gibson, p.59)